La Ruta 66, también conocida como la «Main Street of America», es un ícono cultural y un símbolo de la libertad y la aventura en la carretera. Recorrer sus casi 4.000 kilómetros desde Chicago hasta Santa Mónica es un sueño para muchos entusiastas de los autos y viajeros por igual. Sin embargo, para que este viaje sea verdaderamente inolvidable, la elección del auto es tan crucial como la planificación de las paradas.
Un auto ideal para la Ruta 66 es aquel que te hace sentir parte de la historia, que te permite absorber la atmósfera única del viaje y que se convierte en un compañero de aventuras, no solo en un medio de transporte. A continuación, presentamos un ranking de los cinco autos que mejor se adaptan a este legendario recorrido.
1. Ford Mustang
El Ford Mustang, con su herencia como uno de los muscle cars más icónicos de América, es una elección casi obligatoria para un viaje por la Ruta 66. Este auto evoca el espíritu de la carretera abierta y la cultura automovilística estadounidense como ningún otro. Su diseño robusto y deportivo, especialmente en los modelos retro, parece hecho a medida para fotografiarlo frente a los moteles de neón y los gigantes de la carretera.
Más allá de la estética, el Mustang ofrece un rendimiento emocionante, con motores potentes que hacen que adelantar sea un placer y que el rugido del escape se convierta en la banda sonora perfecta del viaje. La última generación ha mejorado significativamente en cuanto a comodidad y tecnología, con asientos ergonómicos y sistemas de info-entretenimiento modernos que hacen más llevaderas las largas horas al volante.
Aunque su espacio de carga no es el más amplio, es suficiente para el equipaje de dos personas. Viajar en un Mustang por la Ruta 66 no es solo conducir, es vivir la experiencia americana en su máxima expresión, sintiendo la potencia bajo el capó mientras se devora el asfalto que ha sido testigo de innumerables historias.
2. Toyota RAV4
Para aquellos que priorizan la fiabilidad y la practicidad sin sacrificar el estilo, el Toyota RAV4 es una opción excepcional. Este SUV compacto es sinónimo de durabilidad, lo que es una ventaja invaluable en un viaje tan largo como el de la Ruta 66, donde encontrar un taller mecánico puede ser difícil en tramos aislados.
El RAV4 ofrece un amplio espacio interior, tanto para los pasajeros como para el equipaje, lo que lo convierte en un compañero ideal para un viaje en pareja o incluso con un pequeño grupo. Su tracción integral, disponible en muchos modelos, proporciona una seguridad adicional en caso de encontrar condiciones climáticas inesperadas, como lluvia o nieve en las zonas más elevadas.
Además, su eficiencia de combustible es notable, lo que ayuda a mantener los costos del viaje bajo control. El RAV4 puede que no tenga el mismo encanto nostálgico de un muscle car, pero compensa con una conducción suave y cómoda, un alto nivel de equipamiento tecnológico y la tranquilidad de saber que es improbable que te deje tirado en el camino.
Es un vehículo práctico y versátil que te permitirá centrarte en disfrutar del viaje sin preocupaciones mecánicas.
3. Ford Explorer
Si el espacio y la comodidad son las principales prioridades, el Ford Explorer se posiciona como un contendiente de primer nivel. Este SUV de tamaño completo ofrece una capacidad impresionante, ideal para familias o grupos de amigos que deseen recorrer la Ruta 66 juntos. Con tres filas de asientos y un maletero generoso, se puede llevar todo el equipaje necesario, e incluso más, sin problemas.
El Explorer se caracteriza por una conducción estable y refinada, lo que lo hace perfecto para las largas y monótonas autopistas del Medio Oeste. Los modelos más recientes están equipados con tecnologías de asistencia al conductor de vanguardia, como el control de crucero adaptativo y el sistema de mantenimiento de carril, que reducen la fatiga en los trayectos prolongados.
Aunque no es el vehículo más deportivo de la lista, su motor V6 o EcoBoost proporciona la potencia necesaria para mantener un ritmo constante. El Ford Explorer representa el auto familiar por excelencia para la Ruta 66, combinando la funcionalidad de un SUV con la comodidad de un sedán de lujo, garantizando que todos los ocupantes lleguen a su destino final frescos y relajados.
4. Volkswagen Beetle
Para aquellos que buscan un auto que capture el espíritu bohemio y contracultural de la Ruta 66, el Volkswagen Beetle es una elección encantadora. Este auto, con su forma redondeada y su diseño atemporal, tiene una personalidad que se alinea perfectamente con la historia de la ruta. Aunque no es el más espacioso, ofrece una experiencia de conducción única y nostálgica.
Los modelos descapotables son especialmente atractivos, ya que permiten disfrutar plenamente del paisaje y el clima del desierto de Arizona o las llanuras de Texas. El Beetle es un auto que evoca sonrisas y genera conversaciones, lo que puede ser un plus para conocer a otros viajeros.
Aunque su potencia no se compara con la de un Mustang, es suficiente para el tipo de conducción relajada que invita la Ruta 66. Su tamaño compacto facilita la maniobra en las pequeñas ciudades y paradas turísticas.
El Volkswagen Beetle no es solo un auto, es un statement de estilo y una declaración de intenciones: viajar por la Ruta 66 es una experiencia para ser vivida de forma relajada y con un toque de excentricidad.
5. Honda CR-V
Al igual que el Toyota RAV4, el Honda CR-V es un ejemplo de fiabilidad y eficiencia en su máxima expresión. Este SUV compacto ha ganado una reputación envidiable por su durabilidad a largo plazo y sus bajos costos de mantenimiento, lo que lo convierte en una opción inteligente para un viaje de esta envergadura.
El CR-V ofrece un interior bien diseñado y extremadamente versátil, con asientos traseros que se pueden plegar para crear un vasto espacio de carga. La conducción es suave y silenciosa, ideal para los tramos largos y monótonos. Su consumo de combustible es uno de los mejores de su clase, lo que se traduce en menos paradas en la gasolinera y más tiempo para explorar los atractivos de la ruta.
Aunque puede carecer del factor «wow» de un Mustang, el CR-V es un vehículo que simplemente cumple su función, y lo hace de manera impecable. Su naturaleza discreta y confiable te permite concentrarte en el verdadero propósito del viaje: disfrutar del paisaje, conocer la historia de los lugares y crear recuerdos inolvidables sin tener que preocuparte por el rendimiento del auto.
